I TOUCH MYSELF

 



Hagamos un poco de historia. Sin historia no hay contexto.

Convengamos que el placer sexual, por los siglos de los siglos, fue privilegio de hombres. Para ellos estaba todo permitido, masturbarse era de machos, algo habitual, natural. En cambio para las mujeres el autoplacer no era concebible. Jamás se habló de esto ¡Las mujeres nacieron para parir! ¡Nooo señores! no era cosa de niñitas, era sucio, culposo, impío. Nos inculcaban casarnos vírgenes. Lo único que conocíamos del clítoris era su nombre en la clase de Biología. 

La masculinización del sexo produjo que toda la industria del placer sexual se enfoque en ellos a través de la pornografía en películas, revistas cómo "Playboy", "Hustler", "Papaya". Jamás mostraban un pene (cómo pa conocerlo digo yo) o el gozo de una mujer, la wea era meterla y sacarla. Todo conducía a nuestra cosificación. Recordemos que en la página del diario "La Cuarta" existía la sección "Bomba 4".   

En las últimas décadas el asunto ha cambiado. Con la aparición de movimientos feministas el tema del placer sexual femenino se visibilizó cómo una necesidad de reivindicación de nuestro derecho legítimo a gozar del sexo viviendo en plenitud nuestra vida sexual y erótica. 

Pasen a leer esta triste historia ..

Conocí un orgasmo recién a los 30 años a través de la masturbación. Esto les puede consternar a algunas soas pero mi realidad no es distinta a muchas mujeres de mi generación. Hasta ese entonces jamás tuve un orgasmo con un hombre. Ahí aplicaba el "Oh Yes" y fingía.  Una lectora me confesó qué jamás la ha practicado, otras que nunca han tenido uno.  

En ese punto de mi vida, a mis 30s, los hombres nunca se preocuparon de mi placer, siempre el de ellos, el ego de mierda. Pensaba "puta que es fome el sexo y tanto color que le dan", no conocía otra cosa. Ignorante absoluta en la materia. Mientras ellos lo pasaran bien, me conformaba. Hasta pa' esto somos complacientes. 

En el 2010, después de una separación, decidí comprarme un consolador. Una wea mutante. No lo usé porque me daba miedo. Wasabi se llamaba (el de una amiga se llama Luis Miguel). Recuerdo que mi última pareja lo encontró en una mudanza. Me quería morir, no quería que piense que soy pervertida. Él se rio. Boté esa wea a la basura, espero que alguien le esté sacando provecho. 

Volviendo al 2010 en mi desesperación por sentir un atisbo de placer decidí empezar a ver pornografía. Conocí el sitio "PornHub" que llegó a mi vida cómo un salvavidas. Debo reconocer que cuando sentí mi primer orgasmo quedé loca, jamás había experimentado algo así. Vi fuegos artificiales y estrellitas. Sin embargo, no sabía que era un clítoris. Me tocaba no más, al "tun tun". El problema es que cada vez que lo hacía sentía culpa. Aún la siento en menor medida. Me da vergüenza. Eso es lo que provoca una educación católica. Culposa la weona.  

Después me emparejé nuevamente, la masturbación no estaba en mi agenda de actividades. Tenía vida sexual, era lo que importada. En esta etapa mis compañeros fueron más placenteros. Muchos años no me toqué . También me autoimpuse el discurso de que soy conservadora. Ahora, en este minuto, me doy cuenta que el problema que tengo no es con mi conservadurismo sino con mi cuerpo. Estoy desconectada de él. 

Desde que me separé hace casi año y medio no me siento erótica ni sexy. Nunca me he proyectado cómo una mujer seductora en toda mi vida. Esa parte esta dormida.  

En mi preocupación por este chakra bloqueado fui a acupuntura a ver si me resolvían el problema, probé muchas terapias hasta que un día al Whatsapp recibo ofertas de juguetes sexuales. Una amiga que los vendía se iba a vivir a Australia, estaba rematando todo. Tomé la decisión de comprar el aparato más lindo, hermoso, precioso, generoso, "cosa bien hecha", el Satisfyer Curvy 2 Pink que se puede controlar con el teléfono a través de una aplicación (el movimiento conejo es el mejor). Esto soas impensado en mí. 

Una vez en mi poder y con un curso exprés que me dio mi amiga, decidí probarlo un par de meses después de comprarlo. Tomo medicamentos mi libido también es baja. Lo divertido y penoso es que no estaba segura dónde estaban las terminaciones nerviosas del clítoris. En serio, terriblemente polla. Tuve que ver tutoriales en Youtube donde unas viejitas argentinas explicaban del tema y, además me enteré que existen orgasmos vaginales. Ahí sí que no cacho. 

Según las experiencias de mis lectoras la mayoría de ellas comenzaron a masturbarse en promedio a los 16 años. Muchas han adquirido diversos juguetes sexuales. Actualmente es un mercado amplio y lucrativo. Varias coinciden que el orgasmo que provocan los juguetitos difícilmente lo puede dar un hombre. Es un complemento muy satisfactorio si se usa en pareja. 

Gracias a a la información recibida en mi Instagram mostraré algunos testimonios y tips que a más de alguna le puede servir: 

Soa 1: "Sólo recomiendo usar la crema de Dragón Shunga. Mejora 100 veces la experiencia".

Soa 2: "Cómo a los 15 años me empecé a masturbar con la mano. Luego conocí el mundo de los juguetes allá por el 2020. Mi vida sexual empezó tardía a los 26 y no fue placentera. Me excita hasta la voz de un hombre para masturbarme. Me ha servido para conocerme y tener múltiples orgasmos en encuentros sexuales. Me defino cómo caliente a mucha honra. Tomo pastillas pero no afecta mi deseo sexual, siempre tengo ganas. Cómo soy una pingüino en mis relaciones no puedo tener sexo a diario y me masturbo". 

Soa 3: "He sobrevivido cinco años desde que me separé gracias a mi amigo vibrador. No he tenido ninguna pareja. Debo decir que el auto placer te lo da la experiencia de saber qué es lo que quieres. Con el tiempo logras descubrir que hay más de una cosa que te da placer. Si quieres estimularte más siempre una buena porno que da risa pero te hace pensar en cualquier cosa, vuela la imaginación".

Soa 4: "Empecé a masturbarme a los 13 años. Mis papás no tenían mucho cuidado y siempre los escuchaba. Empecé a tocarme. De hecho mi primer orgasmo lo tuve sola. Luego a los 16 tuve mi primera relación sexual, jamás tuve uno, tampoco en los pololeos siguientes. No entendía qué pasaba. Luego más adulta aprendí que hay orgasmos clitorianos y vaginales. Yo era totalmente clitoriana. 

Probé mi primer aparato consolador a los 27 años y me di cuenta que también tenía orgasmos vaginales sin estimular el clítoris. Todo influye en la previa. Llevo casada 10 años, tengo 37 y una buena vida sexual pero me masturbo igual de vez en cuando".

Soa 5: "Empecé pequeñita cómo a los 13 años. Entonces para mi el orgasmo es algo conocido. El año pasado me diagnosticaron fibromialgia, una enfermedad de mierda, que afectó mi brazo izquierdo. Soy zurda por lo que no podía masturbarme y ahí llegué al vibrador. Tengo un dildo también pero no supera al vibrador. Todas mis amigas tienen. Nada mejor que este aparato. Recomiendo el aceite "On" de la compañía Sensuva conocida por hacer cosas de este estilo. Es pequeño y no es barato pero vale la pena. No necesitas más que una gota y "full" calor. Lo ocupo en pareja".

A pesar de que todas tenemos experiencias en torno a la masturbación sigue siendo un tema tabú. Poco y nada se habla entre mujeres debido al pudor que produce, miedo al qué dirán, resabios de una educación sexual nula ligada a la procreación y la familia, jamás al placer y salud que conlleva. Apuesto que algunas de ustedes se sonrojan al leer este relato.

En esta publicación no hablé de sexo ni de conexiones afectivas. Convengamos que un aparato o una porno jamás reemplazaran la intimidad, los besos, el tacto, un susurro, una cucharita. 

Aquí me sobreexpuse y me importa una soberana callampa. Si decidí escribir a mujeres hay que tener el coraje de decir todo lo que nos compete sin tapujos. Que hablemos en libertad sin temor a ser juzgadas. No me autocensuraré. Toda la vida lo hice. 

Debo confesar que me da pudor publicar esto pero es parte del proceso de romper mis propias barreras. 




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