SOLTERA A LOS 40 Y ¡PICO! : LOS PASTELES

 


Las mujeres tenemos tendencia al azúcar, nos encantan los pasteles. Nos da placer y reconforta en momentos de ansiedad. Luego de comerlos viene la culpa, nos autoflagelamos porque no controlamos ese impulso. Produce adicción y queremos comer más aunque estemos conscientes de que hace daño. Hay con chispas de chocolate, frutos rojos, piña, etcétera, una variada gama de ingredientes. Pasa lo mismo con los hombres. Creo que acabo de responder la analogía del "pastel". 
Sin ánimo de generalizar, tengo la obligación de contar mi experiencia con ciertos "weones", el género fuerte que le dicen. 

Advertencia, este relato no es para hombres sensibles.

Con el avance de las mujeres en diferentes ámbitos sean políticos, sociales, culturales, entre otros, estamos reivindicando nuestra existencia posicionándonos en el lugar que siempre debimos estar ¡Sí mierda! Para nadie es nuevo que nos hemos empoderado, derribando barreras y estereotipos (la rubia tonta, la gordita simpática, la maraca, la loca, entre miles de casillas). 

En este contexto, existe un tema recurrente en las conversaciones de las soas de hoy en día. En mi caso, nos rajamos pelando a los saco de weas. De muestra un botón, analizamos que uno de los pasatiempos favoritos de algunos hombres es enviar fotos de sus penes por redes sociales, mucha porno (no vayan a pensar que es culpa de la mujeres este comportamiento). Las soas coincidimos que en la actualidad estamos a años luz. Están "pitiaos" es la conclusión. Insisto no quiero generalizar ni los odio. 

Cómo relaté en la publicación anterior me lancé al carrete cuando me separé, no tomo así que estoy lúcida, sólo observo. Siempre me ha gustado bailar por lo que aprovecho toda oportunidad para sacar las lentejuelas y brillar. Mi cabeza es una bola disco. Mi intención no es conocer a la rana para convertirlo en príncipe en lugares cómo esos.

En estas salidas nocturnas he conocido una inmensa variedad de aweonaos, pero aweonaos de verdad soas ¡Atro! A varios de ellos, después de breves conversaciones, los mando a terapia. No sé por qué me cuentan toda su vida (quizá porque soy periodista creen que sus vidas son dignas de contar). Lateros.

Me dicen miles de weas. Siquiera se dan el tiempo de escuchar, puro ego. Lo bueno es que tengo el superpoder de identificar a un "amermelao" y arrancar a tiempo. Mención honrosa a uno de ellos que me confesó que un amigo se acostaba con su mamá. 

Todas estas "amenas" conversaciones son con tipos enfermos de curaos, drogados creyéndose "lolos" cuando están pasados a gladiolo. Los weones sobre 40s son los más cagados, llenos de trancas y asuntos sin resolver. Salud mental gratuita y de calidad ¡ahora!

En esta triste realidad me han pasado varias situaciones que describo a continuación:

Torta Selva Negra: Un zorrón de alrededor 30 años se acerca y dice con tono seductor "hola, estoy seguro que eres fan de Michelle Bachelet, de seguro eres socialista" me dijo esta wea de la nada, naaaadaaa. Quizá porque uso lentes pensó que era feminista. Luego replica "soy republicano", que chucha es esa wea. Le dije que se fuera a la cresta que no era lugar para hablar de política. 

Acto seguido me fui a bailar con mis amig@s. Al rato apareció  haciendo una especie de cortejo del jote ¿Se han dado cuenta que cuando bailamos se acercan varios tipos cómo para sumarse, para hacerse "los lindos"? Un clásico. Volviendo al zorrón, se va a una esquina y empieza apuntarme cómo diciendo "oye tú mujer madura ven aquí con papá". Valor. 

Cómo me gusta agarrar a la gente pal webeo me acerqué. Nos pusimos a conversar, me preguntó el nombre y la edad "Lorena, 43 años" le dije. Con todo desparpajo responde "jamás me hubiese imaginado eso porque estas bien conservada, estás cómo quieres. Menos mal no te llamas Madelein o Yesenia". CTM. Salí corriendo, obvio soas.

Para rematar me empieza a perseguir y dice doblando las patas "tú esta noche te vas conmigo" ¿What? Al negarme replica "te arrepentirás el resto de tu vida". Sí, claro zorrón ql.

Torta de merengue: Me puse guapa para salir a una fiesta que organizaba una amiga. Puro derroche de glamour y brillos. Cuando empecé a bailar había un "pastel" pegado a mi espalda. Me cambié de lugar y siguió joteando sin decir una palabra. 

Cómo hacía calor fui a una ventana, apareció de nuevo. Se acerca ebrio, me balbucea un par de palabras y dice solamente "soy ingeniero", cáguense soas. Cómo si su profesión fuese de mi interés. Quedé perpleja ¿Quién mierda se acerca a cortejar con esa clase de argumento? Lo empecé a echar sólo diciendo "chu chu chu" con la mano para ahuyentarlo. Se fue humillado. Aún no entiendo qué pretendía. Él po, el ingeniero, tremenda wea.

Torta de piña: En casa de un amiga conocí a un hombre mayor. Bastante simpático y encantador para ser honesta. Nos pusimos conversar, fue una charla interesante hasta que empieza hablar de su ex, le corrían las lágrimas. Nuevamente ¡valor! pero me pareció interesante de todos modos, un hombre "sensible", me dije. Lo empecé a idealizar de inmediato. Las weas.

No lo volví a ver hasta la fiesta "del ingeniero". Me cortejó de lo lindo, yo toda cocoroca. Me decía "me gustas", "eres una mujer interesante", mi ego por las nubes. La única wea que odié fue que me decía "sácate la chaqueta" supongo pa' verme las tetas y la raja. Indistintamente fue una noche exitosa en términos del ego. Me fui con mi amiga, no pasó nada. Había buena onda.

Un día lo encuentro con una soa. Lo miro para saludarlo cómo cualquier persona educada y corre la cara para no hacerlo. Me dio una patá al ego de aquellas. ¿Qué se cree el viejo ql? pensé. ¿Cómo estos hombres son tal infantiles? ¿Qué chucha me importaba si estaba con alguien? No había nada. 

Un día lo veo solo en un bar. Su mesa estaba contigua a la barra donde estaba sentada. Estaba echo pico. Saca unos chocolates de su mochila. Empieza a repartirlos por las mesas hasta que llega hasta mi. Ni lo miré porque sabía que la wea era con su qué y dice "sé que lo vas a rechazar". Lo miro y digo "no gracias", con lo que me gustan los chocolates.

Bajamos a bailar, él también. Después de un rato me paro afuera del baño, se acerca y pregunta "¿Te conozco? Le dije que sí, pero que era un roto ordinario (de soa). Luego replica ¿te intimido? “Qué me vas a intimidar que no sabís’ ni dónde estás parado, parece que andai en peyote”, respondí toda chora. De la nada me dice ¿Dame un beso? pa´ qué me dijo esa wea se me paró la pluma de inmediato. Respondí “qué te creis’ irrespetuoso. Weones así cómo tú no calientan a nadie”. Otro que se fue humillado. Ahí quedaste Lolo Palanca (este personaje no lo entienden las lolas).

Torta mixta: Con un amigo fuimos al cierre de una exposición en una cervecería. Nos sentamos en un mesón a comer y charlar con varias personas. De repente en la barra veo a un weon que conozco. Mino cómo él solo soas. De esos que todas se quieren zampar. Fui a comprar agua y  empezó a webiar. Le dije “para variar andas echo mierda”. Pa’ qué le dije esa wea quedó destruido. 

Al rato se fue a sentar a mi lado. Estaba tan curao que me hablaba súper cerca. Lo tenía que mover. Me empezó a dar jugo peleando solo ¿Por qué me tratas así? dijo. La conversación se tornó cada vez más incómoda hasta que  dice “dejemos de pelear vamos a mi camper que está atrás a tirar” ¿ Qué onda este galán? Diciéndome todo esto a vista y paciencia de toda la mesa. 

¿Dame un beso? Me intento besar. Lo corrí, casi lo empujo. Un amigo se para porque le quería sacar la chucha, dejarlo "cómo membrillo colegial". Le dije que se calme que no pasaba nada. Siguió el “cortejo” y continuó “si te vas conmigo te hago el desayuno. Tengo huevos de campo. Mira lo que ofrezco, esto no lo hago con nadie”. Lo miré fijamente y dije “porque eres guapo crees que todas las weonas van a caer rendidas. A mi no me gustan los tontos y alcohólicos”. 

La cosa se puso peor pero tenía todo controlado. Seguí conversando con él para humillarlo cada vez más y más. Gozaba maltratándolo. A mi lado estaba sentada una aspirante a soa que me dice al oído “estoy anotando todo”, di cátedra. No se imaginan lo brutal que puedo ser con las palabras. 

Antes de irse le empezó a decir a los demás que no entendía por qué no me quería ir con él si tenía helado de frutilla para ofrecerme ¿lo pueden creer? La wea chistosa. Ese weon nos hizo la noche a tod@s.

Finalmente dice “ok, sé que no quieres irte conmigo pero podríamos salir a comer un completo o alguna cosa otro día. Podríamos ser amigos”. Le dije “claro, en tus sueños” y remata “mira si igual vamos a culiar en algún momento”. Esa wea dijo ¿Lo pueden creer? Puta mis amig@s festinaron con la situación hasta que nos fuimos. 

Bueno, este fue el tonto que me dijo que su mamá se acostaba con su amigo. Si hubiese tenido helado de chocolate me iba con él, jajaja. 

Fin

Les cuento mis experiencias en este año, tres meses, cinco días y 44 segundos de soltería. Insisto no generalizo. Hay muchos hombres que valen la alegría. 

La moraleja de este relato es que por favor dejen de comer pasteles, les puede dar “diabetis” cómo dicen las soas. Ahora, si tienen buenos  índices de glucosa sin resistencia a la insulina, cómanselo sin entablar conversación porque les puede ocasionar indigestión.

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